El colchon lleno de rimel

Esa noche me fui de ahí, yo sola. perfectamente vestida, con mi cartera intacta y mis zapatos verdes, esa noche me fui corriendo, sola. diez minutos después de pensar que mi vida llegaba hasta ahí.
Andando sola, sola en la calle, sola en la autopista, sola en el barrio y en la metropolis, buscando no se QUE?...
Pero si yo no ando sola por la vida? te extrañé e hice todo para que lo sepas...
Llegué me senté en la cama sin entender nada, con la cabeza llena de un ruido horrible, como si un millón de voces distintas sonaran con una fuerza desordenada entre una sien y otra, y lo único que pedía en silencio era que alguien entrara a la pieza, que alguien se sentara delante mío y me escuchara escupir todo eso con lo que no podía lidiar sola ni un segundo más.
Mi hermano entró, mi hermano sabe todo. me vio llorar en ese momento en el que mi mundo se caía a pedazos y lo escuché hacerme preguntas que nadie nos va a responder. nadie va a recuperar ese último momento en el que yo era simplemente yo y el era un hombre consolandome.
Antes de la pieza, antes de la fiesta, antes de agarra un auto que te permite estar en un lugar y en otro en segundos, antes del pancho y la humillación.
Nadie me va a devolver el momento en el que tendría que haber decidido salir o no salir corriendo, le conté y el gordo lloró conmigo lo que yo no podía llorar por mi. después siguió lo que siguió pero yo tengo ese momento en el que mi hermano lloraba conmigo lo que no me alcanzaban los ojos para llorar a mi.

04:01 con los ojos inchados...ya no veo ni el monitor!...pero no hay mas que esto esta noche!...

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